Cuando nació Alejandra le hicieron las pruebas pertinentes, entre ellas las oto-emisiones acústicas, nos explicaron que esta prueba servía para saber si la niña escuchaba bien o no. La enfermera le puso a mi hija unos cascos pequeños en cada orejita y la llenó de cables, nos dijo que teníamos que estar en silencio y sobretodo bien quietos y así lo hicimos...
Al rato y tras repetir la prueba en 2 ocasiones la chica nos dijo que no salía bien, que probablemente tendría moquitos o secreciones del parto, que en muchas ocasiones sucedía, que no nos preocupáramos que en 1 mes se le volvería a repetir, así que nos dieron el alta y una visita al cabo de 1 mes.
Realmente en ese mes no pensé demasiado en que la prueba salió mal...la verdad que disfruté al máximo del primer mes de vida de mi hija y disfruté de éstos nuevos sentimientos que también habían nacido en mi, de ésta manera tan inmensa de amar que me llenaba de una forma inexplicable y a la vez de un instinto de protección de no querer ni que el viento la rozase.
Hasta que llegó el día, el 19 de septiembre, no se porque pero fui al hospital nerviosa...Apenas había pensado en la prueba y llegué a la visita hecha un flan. Una vez allí nos dan las mismas instrucciones y al finalizar la prueba, por desgracia, me dan el mismo resultado... volvió a salir mal... La chica me dijo que tenían que derivarnos al otorrino porque ya no era tan normal que saliera mal por segunda vez.
Salí de allí llorando, no quería llorar pero mis ojos iban por libre...mi madre, mi Santa madre, que no se separa de mi ni un solo momento, me consolaba diciéndome que no había nada claro, que no era una prueba diagnóstica y que la niña estaba muy espabilada y que seguro que tendría moquitos.
Al llegar a casa y hablar con Toni ya estaba más tranquila, preocupada, muy preocupada aunque por otro lado pensaba, como va a ser mi hija sorda? era imposible....había tenido un embarazo perfecto, no habían antecedentes familiares...que no, que no...que era imposible.
Total que nos mandaron a hacer otra prueba auditiva, esta vez una prueba según dicen, diagnóstica, los potenciales evocados.
Salimos mi Santa madre y yo hacia el hospital con mi princesa en pijama y dormidita ya que nos dieron hora muy temprano, estando en la sala de espera a mi me iba a dar algo...hasta que nos llaman, no dejan pasar a mi Santa, nos hacen entrar a Alejandra y a mi y me explican que la prueba puede durar 1 hora y que mejor que la niña duerma para que no se mueva.
La hora más larga de mi vida...y cuando la enfermera por fin acaba, le hago todas las preguntas que se me ocurren y ella no me respondió a ninguna...eso si...me dijo algo que me era muy familiar...
Trabajo en sanidad, hace más de 10 años que soy técnico de rayos y por desgracia he usado esa frase en más de una ocasión. La chica no me respondió pero me lo dijo todo con esa frase: "Por favor, no me preguntes más, no te puedo decir nada, el médico es el que te explicará todo bien".
Esa frase la tengo en el pensamiento y se me repite una y mil veces cada noche, con esa frase supe que mi hija era sorda, con esa frase MI MUNDO COLOR DE ROSA se convirtió en gris, en un gris muy oscuro.
Una semana más tarde en la consulta del otorrino mi Santa, mi marido y yo escuchamos lo que ya sabíamos, (no se si mi Santa madre y Toni lo tenían tan claro como yo...yo desde luego sabía lo que iba a escuchar) y así fue: " Su hija tiene hipoacusia bilateral profunda" .
Mis lágrimas y mis sollozos eran incontrolables, mi Santa y Toni intentaban calmarme y yo miraba a mi hija en brazos de mi marido y solo podía llorar, un llanto de pena, un llanto de dolor y igual que en el anterior escrito os expliqué como nací por segunda vez, aquí fue en el momento en el que mi corazón se rompió y murió.
Al rato y tras repetir la prueba en 2 ocasiones la chica nos dijo que no salía bien, que probablemente tendría moquitos o secreciones del parto, que en muchas ocasiones sucedía, que no nos preocupáramos que en 1 mes se le volvería a repetir, así que nos dieron el alta y una visita al cabo de 1 mes.
Realmente en ese mes no pensé demasiado en que la prueba salió mal...la verdad que disfruté al máximo del primer mes de vida de mi hija y disfruté de éstos nuevos sentimientos que también habían nacido en mi, de ésta manera tan inmensa de amar que me llenaba de una forma inexplicable y a la vez de un instinto de protección de no querer ni que el viento la rozase.
Hasta que llegó el día, el 19 de septiembre, no se porque pero fui al hospital nerviosa...Apenas había pensado en la prueba y llegué a la visita hecha un flan. Una vez allí nos dan las mismas instrucciones y al finalizar la prueba, por desgracia, me dan el mismo resultado... volvió a salir mal... La chica me dijo que tenían que derivarnos al otorrino porque ya no era tan normal que saliera mal por segunda vez.
Salí de allí llorando, no quería llorar pero mis ojos iban por libre...mi madre, mi Santa madre, que no se separa de mi ni un solo momento, me consolaba diciéndome que no había nada claro, que no era una prueba diagnóstica y que la niña estaba muy espabilada y que seguro que tendría moquitos.
Al llegar a casa y hablar con Toni ya estaba más tranquila, preocupada, muy preocupada aunque por otro lado pensaba, como va a ser mi hija sorda? era imposible....había tenido un embarazo perfecto, no habían antecedentes familiares...que no, que no...que era imposible.
Total que nos mandaron a hacer otra prueba auditiva, esta vez una prueba según dicen, diagnóstica, los potenciales evocados.
Salimos mi Santa madre y yo hacia el hospital con mi princesa en pijama y dormidita ya que nos dieron hora muy temprano, estando en la sala de espera a mi me iba a dar algo...hasta que nos llaman, no dejan pasar a mi Santa, nos hacen entrar a Alejandra y a mi y me explican que la prueba puede durar 1 hora y que mejor que la niña duerma para que no se mueva.
La hora más larga de mi vida...y cuando la enfermera por fin acaba, le hago todas las preguntas que se me ocurren y ella no me respondió a ninguna...eso si...me dijo algo que me era muy familiar...
Trabajo en sanidad, hace más de 10 años que soy técnico de rayos y por desgracia he usado esa frase en más de una ocasión. La chica no me respondió pero me lo dijo todo con esa frase: "Por favor, no me preguntes más, no te puedo decir nada, el médico es el que te explicará todo bien".
Esa frase la tengo en el pensamiento y se me repite una y mil veces cada noche, con esa frase supe que mi hija era sorda, con esa frase MI MUNDO COLOR DE ROSA se convirtió en gris, en un gris muy oscuro.
Una semana más tarde en la consulta del otorrino mi Santa, mi marido y yo escuchamos lo que ya sabíamos, (no se si mi Santa madre y Toni lo tenían tan claro como yo...yo desde luego sabía lo que iba a escuchar) y así fue: " Su hija tiene hipoacusia bilateral profunda" .
Mis lágrimas y mis sollozos eran incontrolables, mi Santa y Toni intentaban calmarme y yo miraba a mi hija en brazos de mi marido y solo podía llorar, un llanto de pena, un llanto de dolor y igual que en el anterior escrito os expliqué como nací por segunda vez, aquí fue en el momento en el que mi corazón se rompió y murió.
<3
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